martes, octubre 03, 2006

Habia una vez un hombrecito...
pero la segunda vez no estaba más.
Cuando llego la hora de que exista una tercera vez,
la pila de su reloj despertador dijo basta... y eso fue todo.

Cuando despertó esa cosa que una vez fué un hombrecito,
la sexta vez ya le estaba dando la espalda y se dirigía hacia la puerta,
esa cosa que una vez fué un hombrecito la llamó por tercera vez...
por cuarta vez... cuando la llamó por quinta, vez se dió por vencido,
se escuchó el ruido de la puerta y quedó solo.
(Quizás si la hubiera llamado por sexta vez se diera por aludida
pero bueh, cosas que pasan).

La hora de ir a trabajar habia llegado,
y esa cosa que una vez fué un hombrecito
se puso un par de cosas encima
como para no sentirse desnudo
y salió a la calle.

Durante su caminata se le vino un cúmulo de cosas a la cabeza
"-¿Caspa?" - pensó- pero no era caspa... esas cosas
(que no son cosas, son caspa)
les pasa a los hombrecitos...

Cuando esa cosa que una vez fué un hombrecito
llego a su oficina se puso a trabajar en un par de cosas que le quedaron pendientes.
De pronto su jefe se le acercó y le dijo "- Qué demonios son éstas cosas?"
y esa cosa que una vez fué un hombrecito salió corriendo muy asustado
(es que era muy creyente).

Corria como una cosa enloquecida... y su jefe lo seguía
le gritaba cosas, siempre las mismas... que repetía una y otra vez
hasta que finalmente ocurrió algo inesperado...
"- Te lo digo por enésima vez!, es la ultima oportunidad que te doy"
pero resultó ser que la enésima vez estaba ahi en la esquina
esperando que el semáforo lo habilite para cruzar.

La cosa que una vez fue un hombrecito
se lleno de esas cosas que si fuera realmente un hombrecito...
... las llamariamos esperanza y felicidad.

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